Viajas a Nueva York…
Mientras te alejas en el Ferry descubres la hermosa ciudad entre
sus viejas construcciones en contraste con modernos rascacielos de vidrio en
formas casi imposibles. O asistes a un musical, espectáculo obligado, como el
fantasma de la ópera, que se ha convertido en insignia artística de la ciudad. Te
encontraras los músicos en el metro o un Mago haciendo lectura del Tarot en el
paseo universitario. Comes un perro caliente, comida típica newyorkina, visitas Museos. Ah! te
encontrarás con un hombre caballo mientras caminas por Central Park, luego tomas
un Martini, vas al Teatro…
Pero, mientras viajas en un bus te encontrarás con una mujer tan
solitaria, que no podrá evitar revelarse y desnudar su alma frente a ti,
completo desconocido y, solo por un instante, te convertirás en su familia.
Allí, en la ciudad de nadie, encontrarás algo que te recordará quien eres; un tambor, un acento, una sonrisa.
Esta es la verdadera magia de Nueva York, una ciudad en la que
habitan 19 millones de habitantes y Walter, un hombre cualquiera qué, conforme
con su nombre escrito en un papel, está a punto de encontrar la diferencia
entre Ser y Existir.
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