VIDAS PASADAS
Celine Song
2023
Reconocer y nombrar lo que se siente puede ser uno de los grandes retos del mundo moderno, o, tan siquiera, de muchas de las personas que acuden a consulta guiadas por la necesidad de comprender.
Es el consultorio el lugar donde, con mayor frecuencia, me actualizo
en expresiones que se adoptan del argot popular, de algunas canciones y de las
formas contagiosas en el tono adolescente del momento: “por hay”, “qué está
pasanda”, “nea”, “holi”, “tres doritos más tarde”…
Además de las actualizaciones, están las conocidas y pocas formas
en las que se expresa un sentimiento: “Estoy ansiosa”, “Amanecí con la depre”, “No
me hayo”, “que tristeza tan h.p” “me muero de la dicha” “me da una ira”, ¡que
emoción! …
No me quejo; encuentro más nutrido y potente el lenguaje popular que lo aprendido en la facultad: 5 emociones primarias, básicas, innatas y universales para enmarcar la experiencia de toda una vida, y unas cuantas combinaciones entre lo positivo, lo negativo y la ambigüedad.
Sin negar
los años de investigación que han arrojado estos resultados, ¿Dónde se quedan aquellas
cosas que vivimos y que no sabemos cómo expresar?
Itsuarpok: un poco de inquietud por la inminente llegada de
una visita.
L´appel du vide: la tentación de saltar al vacío.
Abhiman: el dolor, la ira y la dignidad herida al enterarte
de que esa persona que amas, ha roto el compromiso silencioso del amor.
In-Yun: ropajes que se rozan entre sí, providencia, destino.
Dirás que ahí están, que son sentimientos conocidos: tentación, inquietud, dolor.
Si, es verdad, son las mismas emociones básicas, universales.
Pero igual que en el cine, la historia, tu historia y tus sentimientos tienen
una combinación particular.
Celine Song, la directora de Vidas Pasadas nos trae una
historia de amor, y, aunque en el fondo es la misma historia de amor, ella tiene
una forma particular para contarla: caminos que se bifurcan; una cámara que se
retira dando lugar al vacío y a la incertidumbre; una voz que acompaña, serenidad,
tiempos, intimidad.
¿Cuántas vidas has vivido, Celine, para llegar a contar ésta?
No lo sé, tal vez no sean 8.000.